¿Qué ocurre con un filtro industrial una vez que cumple su vida útil? Detrás de cada cambio de filtro hay una responsabilidad ambiental y legal que muchas empresas pasan por alto.
Cumplir con la normativa sobre gestión de residuos de filtros industriales no solo evita sanciones, también demuestra compromiso con la sostenibilidad y mejora la eficiencia operativa.
Normativa actual y obligaciones del productor
En España y la Unión Europea, los residuos generados por procesos industriales están regulados por leyes que obligan a clasificar, almacenar y eliminar correctamente los filtros usados.
El productor del residuo —es decir, la empresa que genera el filtro contaminado— tiene la obligación de garantizar su correcta gestión. Según el Real Decreto 553/2020 y la Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados, los filtros que han estado en contacto con aceites, productos químicos o fluidos tóxicos se consideran residuos peligrosos.
Esto implica que deben transportarse mediante un gestor autorizado, conservar la documentación de trazabilidad y registrar los movimientos a través del Sistema de Información de Residuos (SIR). El incumplimiento puede suponer multas significativas y la suspensión de la actividad.
Estrategias de clasificación y separación
El primer paso hacia una buena gestión es clasificar los filtros según su composición y nivel de contaminación. No todos los residuos requieren el mismo tratamiento.
- Filtros de aire o polvo: suelen ser residuos no peligrosos si no contienen sustancias tóxicas.
- Filtros de aceite, químicos o solventes: se catalogan como peligrosos y requieren un tratamiento especializado.
- Filtros metálicos o de acero inoxidable: pueden reciclarse tras una limpieza controlada.
Una correcta separación en origen facilita la trazabilidad, reduce los costes de transporte y permite aprovechar los materiales reciclables.
Buenas prácticas para reciclaje y trazabilidad
La clave está en integrar la gestión de residuos dentro del propio plan de mantenimiento industrial. Algunas prácticas recomendadas son:
- Establecer zonas diferenciadas de almacenamiento temporal, bien señalizadas y protegidas de fugas.
- Etiquetar los filtros usados con su código LER (Lista Europea de Residuos).
- Mantener un registro documental de cada entrega a gestores autorizados.
- Valorar opciones de regeneración o recuperación de materiales cuando sea viable.
Estas medidas permiten reducir la huella ambiental y optimizar los recursos, alineando el proceso con los objetivos de economía circular que impulsa la legislación europea.
Soluciones avanzadas y asesoría integral de Peiró
En Peiró comprendemos que una gestión responsable no termina en la filtración, sino en cómo se trata cada residuo. Por eso ofrecemos asesoramiento técnico integral para ayudar a las empresas a cumplir la normativa de gestión de residuos de filtros industriales de forma segura y rentable.
Nuestros especialistas analizan los procesos, seleccionan materiales filtrantes con mayor durabilidad y menor impacto ambiental, y colaboran con gestores autorizados para garantizar un circuito limpio y trazable.
Con más de 55 años de experiencia en filtración y bombeo industrial, Peiró acompaña a las industrias en la transición hacia sistemas más sostenibles, donde cada etapa —desde el diseño hasta la eliminación del filtro— se gestiona con responsabilidad y eficiencia.
Gestionar bien los residuos no es solo una obligación legal, es una inversión en futuro. Si buscas optimizar el ciclo de vida de tus filtros, consulta con Peiró.
