La filtración de pesticidas es de suma importancia en los procesos de la agricultura y la industria de la actualidad. Esto debido a que mitigan el impacto en la salud y el medioambiente por las impurezas, contaminantes y residuos que generan.
Residuos de plaguicidas. Restos de las sustancias que se usan para combatir las plagas, y que pueden ser tóxicos o dañinos para la salud y el ambiente.
- Disolventes de extracción. Líquidos que se usan para separar y purificar los componentes de los alimentos, y que pueden alterar su sabor, olor o color.
- Plastificantes. Aditivos que se le ponen a los plásticos para que sean más flexibles, y que pueden migrar al medioambiente o a los alimentos.
Es por ello que la pureza y el rendimiento de estos productos debe pasar por estrictas normas de calidad y seguridad para combatir su impacto negativo.
Cumpliendo con regulaciones: filtración en la producción de pesticidas
La industria de pesticidas se enfrenta a un panorama regulatorio cada vez más complejo que exige niveles de integridad procesal.
- Eliminar residuos y contaminantes generados en su producción
- Trazabilidad y control de calidad en los procesos para garantizar la seguridad del producto final
- Eficiencia y sostenibilidad de la industria con soluciones de filtración eficientes y sostenibles
Ahí es donde figura la filtración de pesticidas como medio fundamental para el cumplimiento de estas regulaciones.
Innovaciones en la filtración de plastificantes
Los plastificantes, como los aditivos para el aumento de la flexibilidad y maleabilidad de los plásticos, están impulsados por una creciente demanda en diversos sectores. Por tal razón, la filtración juega un papel crucial en su producción con alta calidad mediante procesos innovadores que incluyen:
- Membranas de última generación. Ofrecen una mayor eficiencia en la eliminación de impurezas y una mejor permeabilidad.
- Filtros de carbón activado. Eliminan olores, colorantes y otros contaminantes orgánicos.
- Filtración automatizada. Optimizan el proceso de producción y minimizan la intervención humana.
Todas estas persiguen la reducción del impacto ambiental en su producción, así como a mejorar la calidad y la seguridad de sus procesos.